¿Qué tan saludable es la cuenca alta del río Grande?
El río Grande (o río Bravo, como se le conoce en México) es un río ubicado al suroeste de Estados Unidos y al noreste de México. Se forma a partir de las aguas que se derriten en las Montañas Rocosas de Colorado, atraviesa Nuevo México y define la frontera entre Texas y México, antes de desembocar en el Golfo de México. Es un recurso que se comparte entre ambos países; brinda agua a más de 16 millones de personas en Estados Unidos y México, incluyendo 22 naciones indígenas; y sustenta uno de los tres desiertos con mayor biodiversidad del mundo, el desierto de Chihuahua.
¿En qué consiste la cuenca alta del río Grande?
La cuenca alta del río Grande es una porción del río que se extiende desde la cabecera en Colorado, a través de Nuevo México y hasta Fort Quitman, Texas. Esta vía fluvial es fundamental para las comunidades agrícolas y los ecosistemas naturales que la rodean.
Pero a pesar de su importancia, el río Grande está en riesgo.
El excesivo uso de agua, la infraestructura, los cambios en la cantidad de la lluvia, el aumento de las temperaturas y la crisis climática están disminuyendo la cantidad de agua que históricamente ha fluido de manera consistente en el río Grande. Estos cambios están impactando la salud de la cuenca. Por ejemplo, especies únicas como la carpa chamizal, que alguna vez fue la especie de pececillo más abundante en el río Grande, perdió el 90% de su distribución histórica y ahora solo vive en un tramo de 150 millas (240 km) de largo en el centro de Nuevo México.
¿Cuál es el estado actual de la cuenca alta del río Grande?
WWF, en alianza con UMCES, la Universidad de Massachusetts Amherst y Audubon Southwest, completó una libreta informativa de la salud de la cuenca alta del río Grande, que describe la salud de un río de manera clara, muy parecido a una tarjeta de calificaciones de tipo escolar.
La cuenca alta del río Grande obtuvo una calificación de C y mostró un patrón importante: los puntajes disminuyeron de norte a sur. No hay suficiente agua en esta región del río Grande para satisfacer las necesidades actuales de todos los usuarios y sustentar un ecosistema fluvial saludable en el futuro.
Sin embargo, en cada estado, hay señales prometedores de mejora de las condiciones que se pueden replicar y ampliar:
- En el Valle de San Luis, Colorado, los agricultores se reunieron y acordaron en colaboración dejar las tierras de cultivo en barbecho, lo que significa que no plantaron sus campos para reducir la demanda de agua. Al elegir no usar agua, pudieron reabastecer los niveles de agua subterránea a través de la recarga del acuífero.
- Los esfuerzos coordinados de las agencias de gestión del agua y el Programa de Colaboración de Especies en Peligro de Extinción de la Cuenca Media del Río Grande en Nuevo México están ayudando a conservar la última población que aún queda de carpa chamizal del río Grande, considerada en peligro de extinción, al mejorar los flujos de los ríos y restaurar el hábitat. Además, la protección del espacio de hábitats a lo largo del río para el mosquerito de sauce del sudoeste supera las metas de recuperación en un área.
- Los esfuerzos para replantar especies nativas en los ríos y ecosistemas de humedales a lo largo de la cuenca alta del río Grande en Nuevo México y Texas están ayudando a restaurar el hábitat para las aves y otros animales salvajes.
¿Qué podemos hacer para mejorar la cuenca alta del río Grande?
En general, el río Grande necesita más agua para mejorar su salud. Esto se puede lograr mejorando la gestión del agua para equilibrar la demanda con el suministro para todos los usuarios y satisfacer las necesidades ambientales del río y sus ecosistemas.
El desarrollo de este informe, que involucró a más de 100 partes interesadas de la cuenca y varios sectores que usan y/o manejan la tierra, el agua y la vida silvestre en la cuenca alta del río Grande es un punto de partida para el enfoque colaborativo que se necesita para abordar los grandes desafíos de la cuenta, como la sequía, e identificar soluciones.
La gestión a futuro de la cuenca del río Grande debe estar representada de manera diversa. Los grupos indígenas dentro de la región son importantes administradores del agua ya que aportan una profunda comprensión del valor del agua en el desierto. Pero sin una representación adecuada en la planificación de la gestión del agua, las decisiones finales nunca abarcarán por completo las necesidades de los usuarios locales del agua.
Los informes de salud de las cuencas son poderosas herramientas educativas y de comunicación que se utilizan para explicar fácilmente la información científica técnica, aumentar la conciencia pública e informar e influir en los tomadores de decisiones para mejorar la salud de una cuenca hidrográfica. Al compartir estos hallazgos para aumentar la conciencia sobre la protección necesaria de la cuenca del río Grande y al buscar oportunidades para conservar el uso diario del agua, todos pueden ayudar a respaldar la salud a largo plazo del río Grande.
Conoce más sobre la libreta de calificaciones de la cuenca alta del río Grande aquí.
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