Eliminar los delitos pesqueros requiere de alianzas innovadoras. WWF acaba de ayudar a lanzar una.

Con solo mencionar el nombre “Islas Galápagos”, y aunque el 99% de la población nunca las ha visitado, existe una visión común de lo que ese lugar representa: un entorno como ningún otro.

Las Islas Galápagos, así como el parque nacional marino protegido que rodea el archipiélago, brindan valor cultural, salud y seguridad económica para todo Ecuador. Pero esta región oceánica se encuentra bajo presión, cada vez mayor, debido al cambio climático, la carrera por la captura de recursos y competitivas agendas económicas.

“La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada es el principal problema que enfrenta la pesquería en Ecuador”, señala Tarsicio Granizo, director nacional de WWF-Ecuador. Además, la presencia de flotas pesqueras internacionales en y alrededor de Ecuador está poniendo en riesgo la biodiversidad.

Trabajar en la intersección de la seguridad marítima y la gestión pesquera es cada vez más importante para la conservación. La pesca insostenible y la pesca ilegal se perpetúan mutuamente: a medida que disminuyen las poblaciones de peces, es más probable que los barcos de pesca utilicen métodos ilegales; mientras que la pesca ilegal acelera la disminución de las poblaciones de peces. La increíble biodiversidad que se encuentra en las aguas alrededor de Ecuador hace que sea una alta prioridad para WWF.

Para proteger este crítico entorno, WWF y el Programa Global contra la Delincuencia Marítima de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) han lanzado una nueva alianza para promover el intercambio de conocimientos innovadores. Los objetivos son aprovechar la ciencia pesquera y la información especializada del sector para habilitar una mayor capacidad para contrarrestar las actividades de pesca ilegal y demostrar cómo las comunidades de conservación y seguridad marítima pueden aprovechar las competencias básicas de cada uno para lograr mayores impactos.

“La información es poder, y tener acceso a mejor información puede generar una gran diferencia para nuestros océanos y las comunidades que viven junto a ellos”, menciona Johan Bergenas, vicepresidente sénior de Océanos de WWF. “Queremos que la mejor ciencia pesquera y la mejor información sobre las cadenas de suministro de los productos del mar estén en manos de las personas que están capacitando a las dependencias”.

El gobierno de Ecuador y el Parque Nacional Galápagos cuentan con tecnología de punta en torno al conocimiento del dominio marítimo, mismo que brinda información sobre la seguridad oceánica, la economía y el medio ambiente. Por consiguiente, Ecuador brinda la oportunidad de aprender rápidamente cómo las alianzas innovadoras y el intercambio de información pueden promover los esfuerzos de conservación marina.

Las soluciones necesitan una buena base de información

En muchos lugares existe información de seguimiento y control para combatir los delitos marítimos, pero la escala de los problemas ha superado la escala de las soluciones existentes. Construir nuevas alianzas para llegar a más personas con información crítica es una forma de mejorar la trayectoria de las soluciones en los océanos.

Si no se crea conocimiento, ciencia aplicada y programas de monitoreo que generen nuevos análisis, es imposible manejar sustentablemente los recursos pesqueros y conservar especies de la biodiversidad marina de alto interés. Como dice el viejo refrán, "si no puedes medirlo, no puedes administrarlo".

“La alianza UNODC-WWF es esencial para garantizar una respuesta policial informada a los delitos en el sector pesquero, donde el innovador intercambio de información se combina con el uso de la tecnología como parte de un enfoque de conciencia del dominio marítimo”, comenta Siri Bjune, directora del Programa Mundial contra la Delincuencia Marítima de la UNODC.

Bjune agrega que “la idea es generar un modelo que podamos replicar en otros países y que sea un modelo que pueda ser escalable, que se pueda incrementar, a nivel subregional o regional, ya que los delitos que se dan en los entornos marinos son delitos que trascienden fronteras”.

Eliminar los conflictos pesqueros también tiene implicaciones para el cambio climático

A medida que la disminución de la pesca contribuye a aumentar la tensión geopolítica y los conflictos en los océanos, la conservación exitosa de los océanos debe incluir la resolución de conflictos de los recursos naturales y la consolidación de la paz, así como el desarrollo de capacidades para hacer cumplir la ley.

El cambio climático hace que este trabajo sea aún más crítico. Un análisis publicado por UNODC y WWF vincula los delitos contra el medio ambiente con la crisis climática y de biodiversidad. El documento señala que para “apoyar la capacidad de la naturaleza para mitigar el cambio climático, es fundamental ampliar las iniciativas para combatir los delitos ambientales e integrar la respuesta de los sistemas judiciales a estos delitos en las agendas de biodiversidad, clima y economía circular”.

Nuestra nueva alianza, cuyo fin es compartir información, contribuye precisamente a eso.

“Estamos apostando a que la colaboración de WWF con el Programa Global contra la Delincuencia Marítima de la UNODC tenga el potencial de ser un modelo replicable para compartir la información correcta con las personas para ayudar a salvar nuestros océanos de la pesca insostenible. No es la única solución que se necesita, pero llenar el vacío de conocimiento es clave para el éxito de todas las soluciones”, añade Bergenas.

Conoce más sobre el trabajo de WWF en torno al desarrollo de programas innovadores donde se entreveran el cambio climático, la salud de los océanos y la paz y la seguridad (continuar en inglés).