Hoy, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, celebraron una reunión histórica en la Casa Blanca. La visita representa el primer viaje del presidente Lula a Estados Unidos desde su toma de posesión en octubre de 2022. Los líderes discutieron temas como el cambio climático y las graves amenazas que enfrenta la Amazonía. El presidente Lula hizo referencia al éxito logrado durante su previa administración para reducir la deforestación y reafirmó su compromiso a la deforestación cero en Brasil para el 2030.
En respuesta a lo anterior, World Wildlife Fund (WWF) emitió la siguiente declaración de su presidente y CEO, Carter Roberts:
“Renovar la colaboración entre Estados Unidos y Brasil es muy importante ya que ambos países desempeñan un enorme papel en los esfuerzos para alcanzar los objetivos globales climáticos y de biodiversidad. Brasil es el hogar de ecosistemas irremplazables como el Amazonas y el Cerrado, mismos que se encuentran en puntos de inflexión críticos. Por su parte, en Estados Unidos se encuentran empresas y consumidores cuyas decisiones pueden ayudar a crear las condiciones necesarias para detener la deforestación y la conversión de tierras que amenazan esos ecosistemas”.
“Juntos, nuestros dos países pueden revitalizar los tan esperados esfuerzos para revertir la pérdida catastrófica de la naturaleza en estos y otros lugares fortaleciendo medidas de protección ambiental y desbloqueando un financiamiento considerable para la conservación”.
"Estados Unidos puede ayudar a movilizar fondos públicos y privados a gran escala para garantizar una gestión efectiva de las áreas protegidas y conservadas en Brasil y los países vecinos, incluso para apoyar a los pueblos indígenas y la administración de sus territorios".
También hay cosas por hacer dentro del país. El Congreso debe aprobar una legislación que prohíba la importación de productos básicos que provienen de tierras deforestadas ilegalmente. La administración debe hacer cumplir las leyes existentes para detener el comercio ilegal. Y las empresas deben duplicar sus compromisos para llegar a una deforestación cero y eliminar la conversión de sus cadenas de suministro”.
“Hoy es un nuevo día para Brasil. Y Estados Unidos debe hacer todo lo posible para apoyar los esfuerzos del presidente Lula y su administración para salvaguardar los ecosistemas vitales, así como la extraordinaria biodiversidad del país en beneficio de las personas, la naturaleza y el clima".