Para la mayoría de nosotros, el Día de Acción de Gracias tiene que ver con la comida. Y para quienes buscan que este año su Día de Acción de Gracias sea más respetuoso con el medio ambiente, lo primero que podemos hacer es tomar medidas para valorar la comida que servimos. Para empezar, es necesario observar todos los recursos que se utilizan para producir nuestra cena de Acción de Gracias (mucho antes de comprar los ingredientes en el supermercado). Y para terminar, poner de nuestra parte para asegurarnos de que nada se desperdicie.

Según ReFED, los estadounidenses desperdiciarán unas 305 millones de libras (138 millones de kg) de comida el Día de Acción de Gracias. Moralmente, esto es inaceptable, además del costo monetario –que equivale a más de $405 millones de dólares en alimentos-, también tiene un gran costo para el planeta. Producir esa comida requerirá alrededor de 100 mil millones de galones (378 mil millones de l) de agua, solo para que termine en la basura. Y las emisiones de gases de efecto invernadero de esta comida desperdiciada equivaldrá a dar la vuelta al ecuador de la Tierra más de 100,000 veces.

Si vas a servir pavo este año, considera que los pavos de Estados Unidos necesitan alrededor de tres libras de alimento (1.3 kg), maíz, soya y otros cultivos, por cada libra (.45 kg) de su peso. Eso significa que un pavo de 16 libras (7.2 kg) consume el equivalente a 48 libras (22 kg) de cultivos de forraje, ¡y un pavo criado en pastizales podría comer el doble! El cultivo de estos pastos requiere importantes cantidades de combustible (que genera emisiones de gases de efecto invernadero), agua (una libra de maíz necesita aproximadamente 50 galones, o bien .45 kg necesitan 189 l) y fertilizante. La expansión de los cultivos como el maíz y la soya para alimentar a los animales también presenta serios riesgos para los hábitats nativos. Solo en 2019, se perdieron alrededor de 2.6 millones de acres (1.05 millones de ha) de las Grandes Planicies de América del Norte, principalmente debido a la agricultura de cultivos en hileras como el maíz y la soya.

No me atrevería a decirle a nadie que evite el pavo durante el Día de Acción de Gracias, pero les pediría a todos que tomáramos un momento para agradecer verdaderamente por todo lo que implica producir esta cena, y para asegurarnos de que nada de eso termine en un vertedero.

Aquí algunos consejos prácticos para que puedas aprovechar al máximo tu cena este año:

• Toma un tiempo para calcular cuánta comida realmente necesitas y trata de preparar únicamente lo suficiente. Tu billetera también te lo agradecerá.
• Si crees haber exagerado con los alimentos del Día de Acción de Gracias, guarda las sobras en el congelador y disfrútalas después. Las sobras congeladas aún pueden saber buenas meses después.
• Usa las sobras para crear nuevos platillos. Prepara sopa de pavo y caldo de pavo con los cortes de las verduras sobrantes. Busca "recetas con sobras de Acción de Gracias" en línea para encontrar nuevas ideas y recetas.
• Si tienes más de lo que piensas usar, invita a tus amigos y familiares a que se lleven las sobras a casa, llévale un plato a un vecino que esté lejos de su familia y comparte tus ideas de recetas hechas con las sobras.

Con un poco de preparación y creatividad, todos podemos disfrutar del festejo del Día de Acción de Gracias con menos desperdicio. Recuerda estos consejos también durante la época navideña y durante todo el año. ¡Qué mejor manera de mostrar tu gratitud por todo lo que nos brinda nuestro planeta!