Cinco datos que quizás no sabías sobre las aguas subterráneas
El agua subterránea es la fuente más abundante y más accesible de agua dulce que los humanos tienen disponible. Hoy en día, el agua subterránea sustenta el 40% de la producción de los cultivos de riego; representa el agua potable para más de una cuarta parte de la población mundial; y ayuda a mantener casi la mitad de todos los ecosistemas de agua dulce.
En pocas palabras, el futuro de la humanidad -nuestra agua, nuestros alimentos y los sistemas ambientales que sustentan a ambos-, depende de la conservación y protección de las aguas subterráneas.
La publicación Sustainable Groundwater Management for Agriculture, de WWF, señala el rol fundamental y casi desapercibido que desempeñan las aguas subterráneas en nuestras vidas; cómo están en problemas y qué podemos hacer en estos momentos para conservarlas.
Aquí cinco de las principales cosas que quizás no sabías sobre las aguas subterráneas:
1. El agua subterránea es la fuente más abundante de agua dulce disponible para los humanos, pero casi nunca puede verse
El volumen de agua subterránea ¡es más de 30 veces mayor que el de todas las fuentes de aguas superficiales como lagos, ríos y arroyos juntos! Aunque el agua subterránea es la fuente más abundante de agua dulce, representa menos del 1% de toda el agua de la Tierra.
Desafortunadamente, muchas regiones que bombean grandes cantidades de agua subterránea para uso superficial generalmente no miden cuánto extraen. Pero aún más preocupante es que pocos gobiernos han establecido controles para mantener la extracción de aguas subterráneas en niveles sostenibles.
El agua subterránea constituye menos del 1% del agua en la Tierra
2. El agua subterránea es un recurso crucial para la agricultura y la producción de alimentos, pero es allí mismo donde comúnmente se sobreexplota
El agua subterránea es en su mayoría extraída para regar las tierras agrícolas para producir alimentos. Abastece casi el 40% del agua utilizada para regar los cultivos.
Sin embargo, una cuarta parte de la producción de alimentos de riego en todo el mundo depende de la extracción insostenible de aguas subterráneas, lo que tiene enormes implicaciones en lugares como Estados Unidos, México, Medio Oriente y el norte de África, India, Pakistán y el norte de China.
3. Estamos consumiendo agua subterránea a un ritmo insostenible y el cambio climático lo está empeorando
Aunque no se encuentre a simple vista, el agua subterránea ayuda a sustentar la mitad de todos los ecosistemas de agua dulce al reabastecer las aguas superficiales, incluyendo ríos, arroyos, humedales y lagos. Los sistemas de agua dulce -por encima y por debajo del suelo- están estrechamente interconectados, por lo que si el nivel del agua subterránea baja unos cuantos pies, el flujo de agua subterránea hacia los ecosistemas de agua dulce disminuiría rápidamente.
Actualmente, en el 20% de todas las cuencas fluviales los sistemas de aguas subterráneas están sobreexplotados, impactando negativamente la capacidad de los ríos para proporcionar agua para beber e irrigar los cultivos y los hábitats de las especies de agua dulce. Si las tendencias actuales continúan, más de la mitad de todas las cuencas fluviales estarán en riesgo para el año 2050.
La extracción excesiva de agua subterránea puede tener impactos adicionales como:
- Intrusión de agua salada: desplazamiento del agua de mar hacia el agua subterránea suministrada cerca de las costas, haciendo el suelo más salado y con la posibilidad de que mate los cultivos.
- Pozos secos: pérdida de agua accesible en los pozos, a menudo utilizados para fines residenciales, que puede aumentar la necesidad de perforar más en busca de agua, una solución costosa e inalcanzable.
- Capas geológicas debilitadas: colapso de la superficie terrestre a partir de capas geológicas debilitadas conocidas como "hundimientos".
4. El agua subterránea se puede proteger y recargar; ya existen soluciones disponibles
Existe la esperanza de recuperar o recargar las aguas subterráneas y evitar un uso excesivo adicional.
El agua subterránea se puede reponer tanto de forma natural como artificial, por ejemplo, a través de intervenciones humanas para aumentar la cantidad de agua que se filtra bajo tierra. La recarga artificial (o gestionada) es una solución clave basada en la naturaleza que puede cambiar el rumbo de la protección de las aguas subterráneas.
El Acuífero Edwards, en Texas, es una gran historia de éxito en cuanto a reposición basada en la naturaleza. En 1993, la legislatura de Texas fijó un límite a las extracciones de agua subterránea, con el objetivo de disminuir el uso para el año 2004, y luego planeó establecer un límite aún más bajo en el 2008. Sin embargo, Texas cambió el enfoque en el 2007 para ser más reactivo ante las reducciones de los niveles del acuífero, haciendo que las asignaciones de extracción estuvieran vinculadas a la afectación que tuvieran los niveles del agua subterránea en las poblaciones de especies en peligro de extinción dentro de la región. Al desarrollar un sistema legislativo que alineara las extracciones de agua subterránea con los objetivos ambientales y protegiera las zonas cercanas a los acuíferos para la recarga natural, la legislatura del estado de Texas estableció un ejemplo para la gestión sostenible del agua subterránea.
En general, la gestión sostenible de las aguas subterráneas implica los siguientes principios:
- Medir y gestionar: recopilar y analizar información sobre las aguas subterráneas locales para desarrollar un plan de gestión sostenible, incluyendo el seguimiento para verificar la eficacia del plan durante la implementación.
- Establecer límites sostenibles: establecer límites o “topes” sobre el volumen total de agua subterránea que se puede extraer de un acuífero, junto con asignaciones volumétricas a cada usuario, así como el monitoreo y regulación de esas asignaciones.
- Recargar y reabastecer: mejorar la recarga de los acuíferos a través de la reposición natural o gestionada.
- Reducir la demanda y mantener el equilibrio: gestionar la demanda y la extracción de agua subterránea para equilibrar el uso del agua con la reposición.
5. Tú puedes ser parte de la solución
En 2015, cuando la ciudad sudafricana de Ciudad del Cabo se acercaba al Día Cero, el día en que se convertiría en la primera ciudad importante en quedarse sin agua, los residentes, las empresas y el gobierno unieron fuerzas para cambiar rápidamente la forma en que veían y usaban el agua. Tres años después del inicio de la crisis, la ciudad logró reducir su consumo diario de agua a más de la mitad.
El agua subterránea es un problema global urgente. Todos deben asumir la responsabilidad de cómo usamos este valioso recurso que compartimos. Las soluciones enlistadas anteriormente son aplicables universalmente, pero deben diseñarse e implementarse localmente y de manera única. Y no hay tiempo qué perder.
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