Algunos de los ríos y humedales que amamos y no podemos perder
- Fecha: 22 marzo 2021
Para cada uno de nosotros el agua tiene un significado distinto. Para algunos, sustenta los medios de subsistencia e impulsa la economía local mientras que para otros es un recurso recreativo o una fuente de inspiración. El agua es valorada por una gran variedad de razones pero existe un común denominador: es esencial para toda la vida en la Tierra.
Todas las fuentes de agua son preciadas, incluyendo los ríos. De hecho, se estima que 2 mil millones de personas en todo el mundo dependen directamente del agua potable de los ríos y la pesca en aguas continentales sustenta a unas 60 millones de personas.
Más allá del valor que le brindan a los humanos, los nutrientes y sedimentos que fluyen en los ríos sustentan una increíble biodiversidad. Los ríos que fluyen libremente son el equivalente de agua dulce a las áreas silvestres, pero lamentablemente más de dos tercios de los ríos están siendo obstaculizados por represas y los deltas están desapareciendo debido a la falta de sedimentos.
En este Día Mundial del Agua, celebramos algunos de los ríos y humedales que amamos y que no podemos darnos el lujo de perder.
1. El río Mekong
Es el décimo río más largo del mundo, fluye a lo largo de casi 3,000 millas (4,830 km), desde la meseta tibetana a través de seis países hasta el Mar de China Meridional. La cuenca del río Mekong no solo es hogar de una extraordinaria vida silvestre, como el delfín del río Irawadi, considerado en crítico peligro de extinción, sino que también alberga la pesquería de agua dulce más grande y productiva del mundo. Las capturas de estas pesquerías representan hasta el 25% de la captura mundial de agua dulce y sirven de sustento para decenas de millones de personas.
Pero el desarrollo de represas adicionales que fragmentan los ríos en el bajo Mekong amenaza los beneficios que este río aún brinda. Las represas mal ubicadas pueden tener impactos negativos en la naturaleza y las personas tanto aguas arriba como aguas abajo respecto a la ubicación de la presa. En este caso, se prevé que más represas en el bajo Mekong impactarán gravemente la pesquería y al delta del Mekong río abajo. En 2020, el gobierno de Camboya dio un gran paso para salvaguardar el río Mekong y las comunidades y la vida silvestre que dependen de él al abandonar los planes para la construcción de la presa hidroeléctrica de Sambor y poner una moratoria de 10 años a cualquier nueva represa en el cauce principal del Mekong.
2. El Pantanal
No es un río sino el humedal tropical más grande del mundo. El Pantanal se extiende a lo largo de más de 42 millones de acres (17 millones de ha) en tres países de América del Sur. Los humedales solo cubren el 6% de la superficie terrestre de la Tierra, pero están desapareciendo más rápido que los bosques.
Sin embargo el Pantanal sigue siendo un espectacular refugio para la vida silvestre, hogar de especies emblemáticas como jaguares y capibaras, y una fuente esencial de sustento para las comunidades locales y de agua para las ciudades remotas.
Pero a pesar de su importancia, menos del 5% del Pantanal está protegido actualmente y alrededor del 95% es de propiedad privada. En los últimos años, el desarrollo expansivo -carreteras, represas hidroeléctricas, minas a gran escala y ganadería, por nombrar algunos ejemplos- está amenazando al Pantanal y comenzado a cambiar la dinámica de los humedales.
Un recurso compartido trae beneficios compartidos, por eso se necesitan soluciones compartidas al momento de los problemas. En 2018, Brasil, Bolivia y Paraguay, los tres países que comparten este ecosistema, hicieron un compromiso para resguardar al Pantanal al firmar un histórico acuerdo trilateral conocido como la Declaración del Pantanal. En este acuerdo, los tres países se comprometieron a trabajar juntos para proteger al Pantanal a través de esfuerzos para reducir la contaminación, fortalecer la gobernanza del agua y ampliar el conocimiento científico, garantizando al mismo tiempo los derechos de los pueblos indígenas.
3. El río Amazonas
Es el lugar biológicamente más diverso de la Tierra. El bioma del Amazonas alberga cuatro de los diez ríos más grandes del mundo que aún fluyen libremente, incluyendo el río Amazonas, el segundo río más largo del mundo después del Nilo. El Amazonas, con cientos de afluentes y arroyos, fluye a lo largo de más de 4,000 millas (6,430 km) a través de 10 países de América del Sur, contribuyendo a los medios de vida de más de 30 millones de personas que viven en la región y que dependen de sus recursos.
En el río Amazonas se encuentra la mayor cantidad de especies de peces de agua dulce del mundo (más de 3,000) y cada año se descubren más, pero los peces no son los únicos habitantes de esta maravilla natural. El delfín del río Amazonas se caracteriza por su color rosa pálido y actúa como un gran indicador de la salud general del río. Cuanto más saludable sea la población de delfines, más saludable es el ecosistema fluvial. Pero cuando esa población está en declive, es un indicador de un problema mucho mayor que los delfines. El río Amazonas está amenazado por las represas hidroeléctricas que bloquean la migración y por la contaminación por mercurio durante la extracción de oro, una amenaza para los peces, los delfines y las personas. WWF trabaja con los gobiernos para luchar por un enfoque de planificación hidroeléctrica que comprenda toda la cuenca y que identifique los ríos con el mayor valor de conservación para que el desarrollo pueda llevarse a cabo fuera de ellos.
4. El río Luangwa
El flujo natural del río Luangwa, en el sur de África, proporciona mucho más que agua potable para las comunidades y la vida silvestre que dependen de él. Simon Mwanza, un agricultor que vive con su familia a lo largo de la orilla del río, ha sincronizado su rotación de cultivos con los ritmos estacionales del río. La temporada de lluvias trae mareas altas que inundan los jardines de Mwanza, aportando ricos nutrientes que fertilizan el suelo y alimentan sus cultivos. Y cuando el río se retira, crea abrevaderos temporales que atraen la vida silvestre (leones, elefantes, hipopótamos y más) que a su vez atraen a los turistas que contribuyen con la economía local.
En 2019, luego de una campaña dirigida por las comunidades locales y los conservacionistas, el gobierno de Zambia anunció su decisión de frenar los planes para la construcción de una presa hidroeléctrica en Luangwa, permitiendo que el río siga fluyendo libremente. Esta es una victoria tanto para las personas como para la naturaleza, pero la cuenca del río Luangwa aún enfrenta otras amenazas, como la deforestación para el carbón vegetal, por lo que aún nos queda mucho trabajo por hacer para salvaguardar este extraordinario río.
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